¿Fiesta? |
Después de pasar dos durísimos años allí; salí del país en donde por culpa de los ginecobstetras las personas son estúpidas. Me mude muy lejos de allá para no volverlos a sentir; y preciso ésa noche se me sienta al lado una delicatessen proveniente de ese maldito pedazo de tierra. La infeliz no para de hablar; de hablar de ella misma, de sus insípidas costumbres, de la manera de ser de puta gente, de su familia... para rematar la babosa ésta no paraba de martillarme la cabeza con lo mal educados que son sus perritos —como si eso fuera motivo de algún orgullo que yo desconozco—; como si a alguien más le importara.
¡Mierda! no podía irme, tampoco echarla, ¡de verdad que no podía! era mi fiesta de cumple. Soporté estoicamente su verborrea incesante mientras pensaba: «crecer jode, jode mucho; sobre todo si toca comportase como adulto».
No hay comentarios:
Publicar un comentario