sábado, 19 de marzo de 2011

Cerati: 'Oscura verdad'

Cuándo tenía 11 años oí por primera vez una canción de Soda Stereo “Nada Personal” estaba en el carro de un tío mío y en una de tres emisoras que había en ese momento en Neiva, la de baladas, sonó esa canción. Luego llegaron un par casetes regrabados, muy mal regrabados a decir verdad; con otras canciones de su disco anterior y otras de ese boom llamado rock en español; Toreros Muertos, Sumo, Los Prisioneros. Pero bueno Soda era... otra cosa, había cierto sentimiento especial.

Todo lo demás es parte de la historia colectiva de los latinoamericanos, las otras bandas de rock mexicanas, españolas, chilenas, argentinas y claro, aunque llegando tarde, las colombianas. Música con la que crecí, con la pasé muy buenas fiestas, conciertos que recuerdo con cariño, con placer, con dulzura, otros que no recuerdo por la efervescencia del momento pero en los que al menos; la boleta dice que si fui y mi cuerpo se acuerda de haber sentido los bajos.

Se dice mucho sobre los rockstars, claro que hay drogas, ¿es eso aún un secreto para alguien?, yo no lo creo, ¿quién no ha querido ser un verdadero rockstar?, el glamour, la fama, la música, las fiestas, las fanáticas, las giras, los conciertos, otra vez las fiestas, y claro todo aderezado con alcohol y drogas, la locura y como diría un amigo mío, ‘pero’ trabajando y haciendo dinero, mucho dinero.

Estoy seguro que los que siguen estas líneas las entiende, no hago con esto una apología a ese estilo de vida, sencillamente lo acepto como es y disfruto del pedazo que a mi me toca. ¿Qué si eso es bueno o malo? cada uno decide; se preguntarán a que viene todo esto; simple, Cerati el cantante líder de Soda, el solista, la quinta esencia del rockstar de nuestras latitudes, el espíritu rebelde de mí generación; hace casi un año, el fatídico 15 de mayo de 2010 en Caracas sufrió un ‘descompensación’. Que ¿cómo así? pues sí, así; le pasa a cualquiera, o ¿no?.

Y sí, el experimentador, el conquistador, el ídolo, el imparable, el dios ya no está con nosotros. Comenzó así una plegaria interminable suplicando por su vida, para que no se nos vaya del todo; pero si ya se nos fue, y partió como lo que era, un rockstar, muy a pesar de su larga y tortuosa despedida.

¿Qué pasa si vuelve y ya no es el mismo? ¿queremos otro “superman” en silla de ruedas? ¿Queremos otro peso completo que se mueva torpemente? No le hemos preguntado, no podemos hacerlo; pero, ¿qué quiere él? ¿cómo le hubiese gustado dejar este mundo? ‘Creo que nunca lo podré saber’ porque él se salió ‘fuera de contexto’. No será que para él ya ‘cae el sol’ y está a ‘un millón de años luz’ él ya nos lo dijo: ‘es un delirio de condenados’ y él tomará el desvío. ¿Por qué somos tan crueles? ¿por qué no pensamos en esa ‘oscura verdad.’?

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